Cuaderno 212



1988- 1989, Barcelona, Roma y México, 21 x 29.7 cm, 78 páginas, Col. Centro Vlady.

Cuaderno de espiral, color verde, marca Canson. Glosas de obras como Las bodas de Cana de Tintoretto, o el detalle del cuadro Pentecostés de El Greco, otros de los bocetos guardan relación con la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Bienvenida a Francisco Toledo al arte del fresco. Invita a evitar la lectura sociológica del folclor y el arte popular como lo hacen el historiador del arte Arnold Hauser y el antropólogo Franz Boas. Hay que ver a Toledo no como folclorista, sino como alguien con la capacidad de inventar infinitas formas: "no se limita a lo explícito de la imagen. Toledo sueña y vive como un prehispánico; es su ámbito obstinadamente natural [...]". Menciona al maestro Pancho Zárate ("el último verdadero conocedor de la preparación al fresco") que lo ayudó en el mural de la BMLT y al historiador Tomás Zurian. Y nuevamente a Diego Rivera con sus grandes logros El entierro del indio y La maestra rural. Comentarios sobre las restauraciones del Vaticano y su visita al Museo Nacional del Prado. Un breve comentario sobre la música de Vladimir Vysotsky cantante-poeta ruso, quien scribe un "Plenilunio de poesía en Nicaragua dedicado a Denis Torres. Habla de los grandes poetas de Nicaragua: Rubén Darío, Antonio Cuadra, Ernesto Mejía Sánchez y Ernesto Cardenal. Un texto: "Para el intelectual y el artista" donde describe tres maneras de desaparecer de las promocionales públicas. Hay también reflexiones políticas sobre Rusia y México, el fracaso del socialismo y la falta de izquierda en el país. En un texto dedicado especialmente a Rusia dice: "Ya se oyen desesperaciones abiertas por la democracia".