Hace unos diez días conocí en persona a Volin. Quería conocerlo desde hace mucho tiempo. Esa misma noche nos convertimos en amigos y él ganó toda mi simpatía. Platicamos de muchas cosas. Le dije que yo no soy un anarquista, porque el anarquismo no me satisface. "Está bien. ¡No te preocupes!". Es muy simpático, se ve muy joven; es ágil y delgado, pero inquebrantable, y por eso luego parece un puritano e incluso un sectario. Es un anarquista hecho y derecho, incluso en sus actitudes personales. Consecuente y activo. "Es un hombre inteligente y sorprende que, siendo inteligente, no deja de ser un hombre de acción", – decía Lenin de Volin. Se aprecia que es una persona totalmente entregada a sus ideales, convencida en el triunfo de sus convicciones. Sus críticas del bolchevismo en el contexto de la revolución rusa se distinguen por la seriedad y el enfoque analítico. Pero mejor anoto algunas historias de su vida que me contó.

La epopeya de Makhno.¹

Makhno me llamó en Ekaterinoslav² porque después de la salida de la delegación bolchevique, tenía que salir de la ciudad. Según lo que le contó un campesino, en Krivoy Rog³ los petliurovtsi⁴ empezaron a hacer propaganda. Makhno me preguntó si yo quería ir a controlar, ya que tendríamos que salir de ahí, pasar por Kryvoy Rog y alcanzar a unos campesinos. Yo sólo tendría que adelantarme. Sin embargo, le contesté que me iba a necesitar cuando llegase la segunda delegación bolchevique. Después de pensar unos minutos, decidimos que debía irme, y más porque el Ejército Rojo no llegaría aquí antes de unos quince días.

¹ Néstor Makhno (1889-1934). Anarquista ucraniano. Durante la guerra civil, combatió contra los blancos, los nacionalistas ucranianos y los invasores extranjeros en alianza con los bolcheviques. Sin embargo, una vez derrotados los enemigos de la revolución, los bolchevique lo persiguieron y tuvo que exiliarse y murió pobre en París.

² Hoy Dnipró. Ciudad de Ucrania a la orilla del río Dniéper.

³ Ciudad de Ucrania.

⁴ Movimiento así llamado por Simón Petliura (1879 -1926), jefe de los nacionalistas ucranianos.

(Al mismo tiempo en su carácter tiene mucho de infantil, simplificado, es decir, idealismo)

El 29 de diciembre de 1919 fui a Krivoy Rog, acompañado por un grupo de camaradas. Desde la orilla del rio vimos a unos jinetes cabalgando por la ribera opuesta. Después de gritarnos unos a otros y darnos cuenta de que eran los Rojos [o sea, los bolcheviques], entramos al pueblito. En el mismo momento nos rodearon y desarmaron. Yo, por cierto, estaba bien enfermo, incluso tenía fiebre. Me aparté un poco y me recargué en la pared. En este instante se me acercó [omitido], que, según supe después, era el jefe del espionaje bolchevique en el ejército de Makhno.

-Camarada Volin: la amenaza es seria. Me quiero escapar; vámonos juntos.
Le dije, que no podría huir con la fiebre que tenía. O. desapareció. Pero lo importante que sí, quería salvarme. Acudí al comandante del grupo que nos desarmó. Al haberme dicho su nombre, el, asombrado, advirtió que tenía que arrestarme.

Mandaron una solicitud a Trotski para preguntar que hacer con nosotros. Trotski contestó: -Fusilarlos de inmediato.

El consejo local votó. Hubo seis votos contra y dos a favor (por suerte, aquellos seis me conocían como un verdadero anarquista y revolucionario) Decidieron posponer el asunto.

Al final, me mandaron a Moscú. Los guardias de seguridad que estaban conmigo llevaban unas bolsas de harina para sus familias. Cuando llegamos a Moscú, me permitieron pasar la primera noche en la casa de uno de los guardias. Al centro de detención preventiva me llevaron sólo en la mañana. Ya en la cárcel, me quité los zapatos por primera vez en un mes y medio. El vigilante me prestó su cuchillo de bolsillo para raspar y quitar la gruesa capa de mugre que cubría mis pies.
Antes de eso en la cárcel de la ciudad...

...dónde me dejaron en el piso de cemento, según el doctor, no sería por mucho tiempo. Se suponía que, con la fiebre que tenía, iba a morir dentro de dos o tres días) yo, totalmente agotado, me quedé dormido en un pequeño tablón de madera que me trajeron y al que me acerqué a rastras. Después, entre sueños, escuché los pasos del guardia que cantaba una canción popular, acompañándose con los golpes de la culata. De repente escuché susurros. Con mucha dificultad abrí los ojos y vi al comandante de la cárcel, agachándose sobre mi rostro: Camarada Volin, yo no soy un bolchevique, soy un revolucionario socialista y quiero hacer algo por usted. Yo le respeto mucho, solía asistir a sus conferencias. ¿Qué puedo hacer para ayudarle? El doctor dice que se morirá dentro de unos dos días...

No se cómo en ese instante me llegó una idea tan brillante.
– Deme leche y pan.
– Está bien, haré todo lo posible.

Al despertar el día siguiente, encontré en la mesita un litro de leche y un cacho de pan. Comí poco a poco (sabía que me podía hacer daño). En el preciso momento de comer ya me sentí mejor. Lo sentí tan claro que dije con voz alta: ¡Ni lo esperen, ¡bastardos!

En Moscú me llevaron con el investigador. Al verme se quedó sorprendido. Me senté ante el y saqué de mi barba un montón de piojos.
– ¿Сome usted suficiente? – ¿Cómo? ¡Por supuesto que no!
Ordenó que me trajeran pan con salchichón. Empecé a comer y a "charlar" con el.
– Soy el investigador Verbov

Estoy encargado de su asunto. Usted es culpable de traición a la Revolución y será fusilado. Le acusan de que usted utilizó su influencia sobre Makhno para convencerle a tomar la decisión de no combatir en el frente polaco.

– Cual frente polaco? ¿De qué me habla? ¿De dónde lo sacó? Yo no se nada del frente polaco. Es una calumnia, una mentira.

Inmediatamente Verbov cambió su actitud y empezó a gritar con furia.

– ¿Qué dice? Y usted, Volin, ¿se atreve a llamarse revolucionario? ¡Ni siquiera puede aceptar sus acciones derivadas de sus ps convicciones! ¿Dónde está su conciencia revolucionaria, dónde está su fuerza revolucionaria?

Le estaba escuchando con calma e intentaba recordar de qué frente polaco, me hablaba. Y de qué me podrían acusar. Al final, le indiqué la carpeta azul que tenía a su lado y pregunté:
– ¿Son documentos míos?
Contestó que sí.

– Si recogieron los mis papeles que tenía conmigo cuando me detuvieron y si no se perdió algo, le puedo demostrar toda la absurdidad de sus acusaciones.

Verbov empezó a hojear la carpeta y le indiqué al mandato que me dieron al momento de salir del cuartel de Makhno:

El anarquista Volin, portador de este documento, se está dirigiendo a la región de Krivoy Rog para realizar propaganda contra el ejército de Petliura.⁵ M[akhno] solicita que todas las organizaciones presten apoyo al camarada Volin. Firmas: Makhno, Comandante General; Victor Belash,⁶ Comandante de cuartel; Vlashenko, Representante del Consejo Militar Revolucionario.
A 26 de diciembre de 1919

⁵ Véase nota 4.

⁶ Victor Belash (1893-1938). Fue uno de los líderes del Ejército Negro y de los Consejos de Insurgentes. Comenzó su actividad política a temprana edad, y ya en 1908 participaba en actividades anarcocomunistas.

– Según yo la guerra polaca empezó a finales de enero y en febrero.

El investigador se puso pálido.
– Sí, probablemente ha ocurrido un error.

Así que ahí nos quedamos y terminamos nuestra primera cita. Una vez en la cárcel de la ciudad (omitido), esperaba mi fusilamiento, que podría darse en cualquier momento. Los guardias me habían llevado por distintas crujías, hasta que ingresamos a una sala grande con muchas sillas. No parecía que me fusilarían aquí.

Al final me llevaron a otro lugar y una de las dos personas que me acompañaban me pidió que me sentara. Era Kirov.⁷ Empezó a explicarme la situación del gobierno bolchevique en Ucrania, en particular mencionó que el Ministerio de la Educación y cultura estaba encabezado por una persona inadecuada. Comenzaba a entender lo que querían y efectivamente me pidió que me encargara de ese puesto. Según dijo, nadie mejor que yo podía hacer este trabajo. Le conteste que no entendía como ellos podían pensar que yo, siendo anarquista, aceptaría la propuesta. Recostado en el respaldo de la silla, Kirov contestó:

– Reflexione, piense, tome su tiempo. ¿Acaso no cree usted que el partido bolchevique es la única organización revolucionaria que pudo arrebatar y mantener el poder?

Por supuesto, yo no quise seguir con esta plática.
– Usted prefiere pudrirse en su calabozo en vez de ayudar a la organización revolucionaria.

Furioso, ordenó que me regresaran a la cárcel.
En la época de Brest-Litovsk,⁷ pasando por el Smolny,⁹ a dónde me dirigía con la intención de obtener el mandato para un grupo de anarquistas…

⁷ Serguéi Kírov (1886 - 1934) fue un destacado político bolchevique, asesinado en 1934 en circunstancias oscuras, probablemente por mandato del proprio Stalin que lo veía como un rival.

⁸ Se refiere al tratado de Brest-Litovsk firmado el 3 de marzo de 1918 en la ciudad bielorrusa del mismo nombre entre el Imperio alemán, Bulgaria, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y la Rusia soviética. En el tratado, Rusia renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Ucrania y Besarabia que quedaron bajo el dominio de los imperios centrales.

⁹ Instituto Smolny. Edificio histórico de San Petersburgo que los bolcheviques utilizaron como cuartel general durante la Revolución de Octubre. Fue residencia de Lenin hasta que el gobierno se trasladó a Moscú.

...que iban conmigo hacia Yamburgo y después al frente alemán.
Nos dieron cierta posibilidad de movimiento. Pasando por Smolnensky, vi a Bujarin¹⁰ vestido de soldado que discutía animadamente con las personas que lo rodeaban. Me habló consternado explicándome en lágrimas sus desacuerdos con Lenin (en algunos aspectos Nicolái Ivanovich compartía las ideas de los anarquistas y de los socialistas revolucionarios de la izquierda). Solo contra todos, Lenin insistía en la paz, la paz a toda costa. Amenazaba incluso con renunciar si sus demandas no eran atendidas. Bujarin casi lloraba de tanta desesperación. Le contesté que no entendía por que él, Bujarin, no luchaba por sus convicciones, ya que Lenin, en este caso, no tenía razón! Bujarin, aun más desesperado, gritó:

– Ni lo piense! Eso va a dividir el partido! No. Sólo el diablo sabe a dónde nos llevará esta situación.

El 25 de octubre, el día de la toma del poder, los anarquistas convocaron a una manifestación reuniendo a unas ocho mil personas en el circo invernal. Aproximadamente a las ocho de la noche, al haber terminado mi discurso, recibí un mensaje que decía: “el Gobierno provisional¹¹ cayó. Kerenski¹² se fugó. Los bolcheviques formaron nuevo gobierno bajo la presidencia de Lenin”.

Leí la nota en voz alta en el silencio de la audiencia. Grité: “¡Abajo el gobierno provisional!”.
Todos me apoyaron. Después, acentuando cada palabra, grité otra vez: “¡Fuera el gobierno bolchevique!” Todos repitieron: “¡Fuera el gobierno bolchevique!”

¹⁰ Nicolái Bujarin (1888 -1938) Prominente bolchevique, fue el principal ideólogo de la Nueva Política Económica (NEP) en la década de 1920. Tras haber colaborado con Stalin, fue apartado del poder en 1929 y ejecutado en 1938.

¹¹ El Gobierno provisional se formó en Petrogrado en febrero de 1917 después de la abdicación del zar Nicolás II. Distintos gabinetes se alternaron hasta la toma del poder por parte de los bolcheviques en el mes de octubre.

¹² Aleksandr Kérenski (1881 - 1970). Social revolucionario de derecha, desempeñó un papel importante en el derrocamiento del régimen zarista. Fue el segundo y último primer ministro del Gobierno provisional instalado tras la Revolución de febrero y su figura principal.

Marsella , 8 de octubre 1940
Confesión

Me enamoré de ti por tus senos tiernos
Sobre la primera purpura del amanecer que viene;
Porque a mi corona de un asceta severo
La perla del poeta
Pudiste enlazar.

Me enamoré de ti, porque entiendes
La plática sagrada de lilas de montañas;
Porque pudiste sacrificar todo lo temporal en esta Tierra
Sin verdaderos sacrificios y esfuerzos.

Me enamoré de ti por el gemido de tu amor!
Por el martirio de tus lágrimas,
que derramabas por el martirio de tu Patria
Por el veneno del odio, por la flama de reproches,
Porque amando podías matar.

ЯMe enamoré de ti, porque eres más fina
que el brillo de estrellas en el silencio nocturno,
porque nunca he encontrado a otra – más fuerte que tú;
y como tu, derecha y inexorable.
______________
Escuchaba el silencio –
A medianoche, sentado al lado de la chimenea,
soñando sobre mi Patria, la tierra tan linda y amada,
(A dónde volveré – aunque no sé cuando),
Y me quedé dormido, y fue despertado
Con una fuerza sobrenatural,
Que me llevó hacia los tristes pueblitos,
donde los pobres esclavos se someten
A los ordenes del destino despiadado,
Arrastrando hasta el día de hoy
pedazos de miserables cadenas arrastradas

Vi a mi Patria. Volé por encima ella...

Favoritismo. Taller de reparación de locomotoras
Ganadería
Especialistas en pedagogía (sueldo), falta de preparación, falta de organización, los directores partidarios
Boris Gorojov
"La casa de los pioneros"
Competición socialista

12 en punto de la noche 14 de octubre, 1940.

Querida muchachita!
Hoy en la noche me quedé atrapado debajo la lluvia, tan conocida para mí. Y pasando las calles, sentía como se despertaban dentro de mí todos mis sueños, que todavía no te he contado. Quiero conocer la India, China, Japón, quiero ver sus pueblos, entender con toda mi alma y todo mi corazón a que se parecen su gente y sus países (no me digas que debo dejar de soñar eso; estos sueños son muy importantes y deseados para mí). La pasión por una mujer no es la única pasión posible; nadie encuentra la persona a la que busca o, si de verdad la encuentra, algo le distrae y todo se termina. No hay amigos. Pero se puede encontrar a personas buenas, personas maravillosas. No hay amigos (si realmente lo creyera, ¿que me quedaría?), pero deben existir. Quisiera vivir tan intensamente para después no arrepentirme. porque siempre se llora el pasado, el tiempo perdido. Quisiera explicar todo eso a alguien y por eso te escribo a ti. Soy un sin vergüenza en mis sentimientos.

Me pregunto si de verdad existen las personas que queremos tener o sólo las imaginamos y por eso nos decepcionamos tanto.

Pero sé que tengo la razón, te conozco, te veía en tantas fantasías mías (no te las voy a contar, porque no sé como las verías). También veía a Isabel.

No, no estoy decepcionado, y si cae la lluvia dentro de mí, luego se va.
Pero ni un paso mas, basta.
Te quiero con toda mi ternura.
Saludos, V.

P. S. Leo mi carta y veo que lo que escribo no es suficiente, no refleja ni la mitad del dulce caparazón narcótico, en que ahora me encuentro inmerso. Pero confío en tu intuición y imaginación.

Vladimir Kibalchich
X/XL

Volin
Marseille, el 1940

Volin
Marsella 6-X/XL
Vlady

Volin
ideólogo del movimiento makhnovista