Escalera
La escalera es otra pieza importante de la iconografía vladiana; la encontramos desparramada en muchas de sus obras tanto de caballete, como grabados, acuarelas, dibujos y, por supuesto, los murales. Según la crítica Berta Taracena, la escalera “simboliza al hombre religioso y su medio para alcanzar el paraíso”. Recordemos que Vlady se decía ateo y al mismo tiempo gustaba de “hablar con dios”. Otra interpretación apunta a que, sin tener necesariamente un sentido místico, la escalera representa el camino hacia la trascendencia, casi siempre de su padre, el escritor Victor Serge. En el frontispicio del mural Las revoluciones y los elementos, trepada sobre dos escaleras que apuntan al cielo, se encuentra la figura que Vlady nombra el Trascendente, “el hombre luz”, es decir el propio Serge. En el mismo mural, la imagen de la escalera aparece también en el panel llamado Inocencia terrorista (sotocoro), justo atrás del desnudo que flota en el aire, y en el muro poniente donde cuatro escaleras sostienen a un elefante que simboliza “el paso paquidérmico de la historia”. Vlady afirma: “las escaleras representan nuestra ambición por subir; el hombre siempre quiere subir, subir (…). Y las cadenas nos arrastran hacia abajo”.